viernes, 10 de abril de 2015

Santiago Almaguer: una decima para Panamá



Santiago Almaguer - La Voz del Angel junto a Fidel

Por Angel del Toro Fonseca

Pasito a pasito, como midiendo los metros que vencía, llegó a esta redacción informativa el 9 de Abril, Santiago Almaguer Valdés, ese venerable hombre de las décimas que vive en Los Negros de Contramaestre y a quien todos conocen como “La Voz del Angel”.
 

Santiago venía deseoso de ofrecer su voz a la radio para acompañar a la América toda. La inquietud le rondaba a borbotones desde que comenzó a escuchar la noticia del foro de la sociedad civil en la VII Cumbre de las América que se desarrolla en Panamá.


La Voz del Angel de Los Negros no esperó más. Su décima ya estaba lista pero tan apurado estaba que dejó los originales en casa, pero cuando se enfrentó a este periodista aseguró: “No se preocupe que todo esto está en mi mente.


Pero las décimas de Santiago querían expresar mucho más. La presencia de mercenarios en la VII Cumbre de las Américas y su controvertida actuación para entorpecer el correcto decir de la delegación cubana, le motivaron a expresar su repudio contra el grupito de asesinos que quiso sentar tribuna en Ciudad Panamá. Por lo tanto, los versos para estos no faltaron.


Santiago Almaguer Roldán no descansa. De su mente y voz potente brotan las decimas. Se dio un saltico a Panamá sin dudas. Allí está con lo mejor del espíritu revolucionario, como la #VozdelosSinVoz que defiende a una nación que sueña y canta, que empuja y crece, que dice No a las amenazas, que dialoga pero con principios, que exige a viva voz #ObamaQuitaelBloqueo. Hasta Panamá llegue la Voz del Angel en Los Negros de Contramaestre


martes, 28 de octubre de 2014

Conversación entre un héroe y un poeta


René Gonzalez junto a su esposa Olga Salanueva en Santiago de Cuba
La historia a contar no es una cosa de dioses aunque pudieran serlos, se trata de hombres colocados en la Tierra como para hacer el bien por voluntad divina, mientras otros tantos cuales fariseos canallescos se encargan de entorpecer su labor. De un héroe y un poeta trata esta historia… o más exactamente: de un héroe que no pretende serlo y de un poeta que aspira a ponerse a los pies de la grandeza.
El Héroe de mi historia, que es René González, fue nombrado como tal por la República de Cuba. El y su esposa Olga Salanueva visitaron recientemente a la ciudad de Santiago de Cuba. De allí confesaron salir con los equipajes cargados de optimismo, de historia y de heroísmo. Contramaestre es parte de este halago, porque en uno de esos equipajes de seguro van guardadas celosamente dos cuartillas escritas por un hombre sencillo y carcajeante: Virgilio Estrada, el decimista de estas tierras, a quien su pueblo ha nombrado exclusivamente como “el poeta”.
No voy a contar la historia completa de los dos. De René González, la humanidad se encargará de colocarle en la gloria junto a otros cuatro cubanos luchadores contra el terrorismo. Y en el caso de Virgilio Estrada,  solo una pincelada para conocerlo: un humilde guajiro de la Sierra Maestra que tanta historia carga a cuestas y que fue capaz de vender hasta sus objetos personales en una ocasión, para intentar hacer una caminata hasta La Habana y entregar allí sus décimas por los Cinco Héroes Antiterroristas Cubanos. El empeño no fructificó y Virgilio tuvo que esperar muchos meses para encontrarse con uno de los Cinco Héroes.
En esta historia el optimismo pudo más que la espera. El pasado 13 de Junio del 2014, otro de los Héroes de la República de Cuba, Fernando González, escucho en Contramaestre las décimas del poeta de esta historia, cantada por un grupo de música tradicional cubana que responde al nombre artístico de “Lolo y sus muchachos” Tanta fue la ternura y la emoción, que Fernando prometió regresar a esta ciudad junto a sus cuatro hermanos de lucha contra el terrorismo, cuando todos fueran libres. Aquel 13 de junio por azares de la vida, tampoco Virgilio pudo estar con sus héroes de ensueño.
Fernando González con Lolo y sus muchachos
Al encuentro con René González marchamos el pasado miércoles 21 de octubre del 2014 Virgilio Estrada y este reportero. El Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos de Santiago de Cuba (ICAP), nos acogió en medio de una oleada de pioneros, artistas, periodistas, integrantes de organizaciones no gubernamentales, combatientes de la Revolución Cubana, trabajadores de la educación y decenas de santiagueros que se dieron cita allí para recibir los testimonios de un hombre, que parece como extraído de las paginas de un libro de aventuras y que niega ser un héroe por la sencillez de sus palabras.
Mis improvisados fotógrafos de la radio Ivón Palau Infante y Néstor Clavería Milanés, disfrutaron mucho más que yo de este momento de grandeza. 
Una de mis fotógrafas posa junto a René y Olga
 Esa tarde de miércoles no alcanzaba el tiempo para los oradores y al poeta Virgilio no le concedían la palabra para expresar sus versos. En medio del nerviosismo por la espera en una improvisada tribuna abierta, intercambié con el poeta anécdotas sobre dos encuentros con el Comandante en Jefe Fidel Castro hace muchos años y un atrevido ascenso al Pico Turquino sin siquiera un guía.
Mientras tanto René González contaba de cómo él y sus compañeros desafiaron a los jueces del amañado proceso en el Sur de la Florida, de cómo ya contaban con la amistad se las secretarias de la sala de audiencias para lograr una traducción fiel de sus alegatos y sobre la impotencia de la presidenta del tribunal, demostrada con su rostro gacho, ante las evidentes acusaciones de los 5 Héroes Cubanos.
René pareció el muchacho alborozado pero al mismo tiempo sumamente serio y hasta triste al reconocer, que si los cubanos todos y la humanidad solidaria no hacen patente su adhesión a la causa de su libertad, Gerardo Hernández Nordelo puede morir en la cárcel y no tener la dicha de tener un hijo, pues sus condenas suman dos vidas y otra vida más en prisión perpetua.
Las anécdotas afloraron pero de pronto…  la voz del conductor de la conferencia de prensa anunció que el tiempo había terminado y que una pionerita santiaguera cerraría las intervenciones. Parecía que una vez más el poeta quedaría con sus versos al hombro, pero sorpresivamente su figura menuda se hizo enorme a lo largo del pasillo central del evento. En un arrebato muy cubano, Virgilio, sorteó el gentío con largos pasos y llegó hasta René, le entregó dos cuartillas de versos y fotos y estrechó sus manos en medios de frases amistosas y apretones de mano.
Virgilio Estrada entrega sus décimas a René González
Virgilio había cumplido parte de los sueños y todo parecía el fin de sus deseos. Regresó a su asiento como un niño alborozado y pronunciando con firmeza: ¡Yo no podía irme de este encuentro, sin cumplir mi misión!
La sorpresa colmó a todos  minutos antes de la partida de René. Micrófono en mano, el héroe proclamó tener el privilegio de cerrar sus testimonios con la lectura íntegra de las dos cuartillas de Virgilio Estrada. Las dos últimas líneas parecían entrañar el deseo de todos los cubanos:
“Confío pronto estarán, en Cuba todos reunidos, porque estamos convencidos , que los Cinco volverán”
Confieso que a partir de estas letras se perdió el control entre los presentes. Como abrazado a un torbellino multicolor, René González y su esposa aparecían y desaparecían entre los flashes fotográficos, los besos y abrazos y los estrechones de todos los que querían conservar una imagen al lado del héroe.
René González junto a los pioneritos de Santiago de Cuba
René González junto a su pueblo de Santiago de Cuba
 De Virgilio Estrada no supe hasta ocupar nuestro lugar en el ómnibus de regreso al terruño de Contramaestre. Temblaba de emoción durante el viaje y la sonrisa no abandonó jamás el rostro del poeta. En el aire caliente de la ciudad centenaria, quedó el puño en alto de este humilde cubano y la frase lapidaria: ¡Por fin cumplí mi compromiso

martes, 9 de septiembre de 2014

El valor que no está en el reino de los cielos de Cuba

Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz

Angel del Toro Fonseca

Una de las cualidades humanas que es inherente a los cubanos es el valor. Ese que nos hace intocables e intransigentes por nuestros derechos, en cualquier parte del mundo.
Quizás por esa cualidad, el cubano más grande de esta generación, renunció a la riqueza de su familia y se enfrentó abiertamente a una dictadura, que en los años 50 del pasado siglo, asesinaba a diestra y siniestra a quien se le oponía.

Ese cubano organizó un insólito asalto a la segunda fortaleza de Cuba el 26 de Julio de 1953, se salvó casi de milagro, estuvo a punto de ser asesinado en las estribaciones de la Sierra Maestra y luego a pecho descubierto enfrentó a todo un jurado que le condenaba y se convirtió de acusado en acusador. A ese cubano la historia lo comenzó a absolver por su valor, desde que lo encerraron sin luz para leer sus libros en el Presidio Modelo de Isla de Pinos. Continuó desafiante y al salir de la prisión, declaró su destino de liberar a Cuba o convertirse en mártir. Tuvo el valor de enfrentar el exilio, de conducir una expedición llena de soñadores, de emprender una batalla suicida y de ganar una guerra contra 20 mil soldados de la dictadura y un imperio al frente.

No alcanzan cuartillas para hablar del valor de este hombre. Es solo parte de la historia de un cubano que tuvo el valor de prohibir monumentos y el culto a su persona, que condujo esta nave durante el Período Especial y sigue aun como su Comandante en Jefe. No hace falta el nombre. Gracias a la práctica de este hombre hoy somos fidelistas, que equivale a ostentar la c de coraje para vivir en Cuba hoy y no abandonarla a su suerte.

Pero como en todas las batallas hay víctimas, y desdichadamente en la nuestra hay algunos cubanos a quienes les falta la c. Les falta el coraje a algunos para continuar viviendo con modestia y ayudar al prójimo en apuros. Les falta el coraje a quienes atienden todos los días a las amas de casa o los ancianitos subsidiados, y dicen redondamente No por el peso que falta para tomar el coche o para comprar la ensalada.

Falta el coraje para recordar que en medio del Período Especial se alimentaban hasta tres casas con una cucharada de aceite o se compartía entre los niños de la cuadra lo que se conseguía para uno. Va faltando el coraje para responder al vecino necesitado de una escalera, que no se cobra ni un medio por hacerla, porque quien la va a usar es precisamente una vecina enferma y necesitada.

Falta el coraje en algunos que acaparan para vender sin mirar el rostro y toman las monedas sin preguntarte si esas son las únicas que te quedan para el mes. Falta el coraje en quienes van seleccionando los amigos por lo que tienen y pueden dar y  no por el corazón; por el puesto y no por la moral. Falta coraje en estos tiempos para denunciar a quien roba, aunque se sepa que me este robando a mí; para reclamar el derecho de lo que me toca, para tocar a las puertas de los responsables y llevar un análisis hasta sus últimas consecuencias.

Falta coraje en no pocos que van dejando pasar el tiempo y la vida, a ver como termina Cuba sin hacer nada. Hace falta valor para admitir la crítica del humilde y no justificar tanto al funcionario negligente, sea quien sea. Para llegar a las fábricas y al surco y dialogar primero con el obrero y el campesino que no mienten y solo se contentan con que le den los recursos para trabajar más y mejor. Esos, que como los niños, ni callan verdad, ni dicen mentira. Pero hace falta también valor y fe para reclamar los derechos de un colectivo en asamblea abierta, ante quien sea y donde sea; para proponer caminos y exigir respuestas al no se puede.

Hace falta valor para alcanzar la Cuba próspera que nos hace falta, aunque estoy absolutamente seguro de que sobra coraje para enfrentar a quien intente poner un pie en este país en son de guerra. Pero ese no es el caso. Son más delicados otros temas de estos tiempos.

Hace falta coraje para rescatar el valor que no está en los reinos de los cielos sino aquí bajo nuestras plantas. Para refrescar las ideas del Comandante y enrumbar por donde parece más difícil; para dejar a los pusilánimes a un lado y decirle a nuestros hijos y nietos un día: yo soy fidelista que equivale a ser valiente hasta la muerte.

lunes, 23 de junio de 2014

Fernando González: Un héroe de carne y hueso



Por Angel del Toro Fonseca
 Fotos - Cortesía de Jorge Luis Guibert – Periódico Sierra Maestra y del autor
 
Fernando González - Un heroe de carne y hueso
Para cualquier cubano, estrechar la mano de uno de nuestros Cinco Héroes, que han cumplido prisión en las cárceles del imperio por luchar contra el terrorismo, resulta un infinito honor. Hace exactamente una semana este honor le correspondió a un reducido grupo de cuadros y dirigentes de la ciudad de Contramaestre, a quien acompaño un equipo de reporteros del Sistema de la Radio y la Televisión de Santiago de Cuba. 

Equipo de periodistas en encuentro con Fernando - A la izquierda el autor
Fernando González Llort; un verdadero héroe de carne y hueso; despejó con su sencillez las expectativas que ante esta ocasión resultaron inmensas. La espera  fue inquietante junto a la dirección política y administrativa de Contramaestre y la mente de este reportero no descansó elaborando cientos de variantes para ofrecer al pueblo el mensaje de un héroe. Sin embargo, el sobresalto se fue al piso con la llegada de este hombre de tamaño pequeño, pero de estatura moral inmensa, quien rompió tensiones con abrazos y tras breves segundos de saludos, se dispuso a conocer todo lo que se le pudiera informar sobre este territorio.

Fernando escucha con atención las explicaciones sobre Contramaestre



Este viernes 13 de junio conocimos a un Fernando González, que nada tiene que ver con las características de un espía de mente fría como lo hizo ver la prensa de los Estados Unidos;  ni con el cliché del superhéroe de los filmes que nos abruman en el mundo actual. Fernando es un hombre tímido, delicado, más bien reservado en sus criterios, pero con esa cualidad tan poco de moda hoy, de escuchar con una atención exquisita a sus interlocutores, con una sensibilidad  muy grande para los detalles y para establecer una relación amistosa con quien conversa.
Este héroe de carne y hueso, no tiene barreras para echar el brazo sobre los hombros de un viejo combatiente de la Revolución Cubana, comentar sobre la fe infinita  en que sus tres hermanos presos regresarán pronto a la patria, o intercambiar con los directivos e innovadores del Combinado de Procesamiento de Cítricos América Libre de Contramaestre y expresarles su admiración por las proezas que hacen allí.
 Tampoco tiene barreras para demostrar la pasión del luchador antiimperialista, cuando detalla sobre las maniobras del gobierno de los Estados Unidos para bloquear económicamente a este pequeño país. No caben dudas, Fernando es un ser humano extraordinario.

Fernando en estrecha con trabajadores del cítrico de Contramaestre
Me quedé con los deseos de preguntarle de qué ingredientes están hechos los hombres que como él, partieron 20 años atrás al frío Norte y soportan más de 15 años de encierro sin claudicar ni pactar con la mal  llamada justicia yanqui. Sin embargo, la pregunta resultó innecesaria, la emoción convertida en brillo intenso en sus ojos cuando escuchó la pieza musical “Volverán” demostró que nuestros 5 están hechos de una savia irrepetible que solo florece en Cuba. Hasta Lolo el “maestro” del trío campesino confesó: “Este es el día más importante de mi vida, ya me puedo morir”. Fernando le replicó que no, porque le necesitaba interpretando el mismo número musical cuando sus otros tres hermanos estuvieran en libertad y él los trajera a Contramaestre.
Fernando deja constancia gráfica de su encuentro con dirigentes del Partido y el Gobierno




Fernando firma el libro de visitas de la Empresa de Cítricos


Una cita de Fernando para la historia

El Viernes 13 de junio, Fernando se interesó por los detalles de la recuperación citrícola en Contramaestre, sobre en qué período se pudieran procesar frutos de manera sostenida para la exportación y como rescatar la condición de Tierra del Cítrico. El Héroe reconoció que durante su período carcelario recibió abundante información sobre la patria, pero nunca imaginó que este municipio tuviera una economía tan avanzada, abundantes opciones de producción de alimentos y tanto peso dentro de la  producción mercantil de Santiago de Cuba.
Ese día, este reportero  se sintió uno de los cubanos más privilegiados de este país. Nada, que no es común en la vida, conocer y estrechar la mano franca de un héroe de carne y hueso.                                  

martes, 10 de junio de 2014

Cuando Soledad equivale a amor

Una sonrisa que equivale a amor y profesionalidad
Angel del Toro Fonseca

Tomado de http://www.radiogritodebaire.icrt.cu/

Soledad Purón Rodríguez acapara con sus grandes ojos de un verde metálico la estrechez de su consulta. Parece concentrar en ellos toda la intensidad de una profesional que parece haber nacido para homenajear al desinterés. Tal es así que, este reportero no hizo la clásica pregunta del momento sobre el incremento de salarios a los trabajadores del sector de la Salud Pública en Cuba y se dejo llevar por el entusiasmo de una Especialista en Primer Grado en Medicina, que cumplió recientemente colaboración internacionalista en la República Bolivariana de Venezuela y hoy desgrana amor y profesionalidad entre sus pacientes en un Consultorio del Medico y la Enfermera de la Familia del Reparto Cabrera en pleno corazón de la ciudad de Contramaestre, en el centro - sur de las provincias orientales de Cuba.

Soledad acompañó a sus pacientes venezolanos por espacio de 2 años y 8 meses en el estado de Anzoátegui y hoy se multiplica entre los mil 30 habitantes que abarca su dispensario. Confiesa tenerle miedo a las entrevistas y mucho más a las imágenes fotográficas, pero su desempeño en medio de la entrevista contradice sus advertencias.

Con cinco años de experiencia profesional en la preservación de la salud humana, asume con alta responsabilidad la sustitución de un colega, que como otros miles, partió también hacia la Patria de Bolívar a prestar colaboración.
A partir de esta disposición, ya suman 540 colaboradores de la medicina de Contramaestre, presentes en 20 países del mundo y se cumplió al cien por ciento el compromiso de la presencia de los galenos cubanos en las repúblicas de Venezuela y Brasil.

P: ¿Luego de salvar vidas en Venezuela te enfrentas a una tarea igual de compleja: sustituir a un compañero en la atención primaria de salud en Cuba? ¿Cómo calificas este reto?

E: “En el consultorio no solo se atiende la enfermedad crónica, sino que te enfrentas a variadas tareas; lo mismo con pacientes sanos que discapacitados; hay de todo tipo de patologías, pero sobre todo se trabaja en la actividad preventiva para evitar que el paciente llegue a la atención secundaria”

P: ¿Cómo es un día de trabajo típico para una doctora en un Consultorio del Médico de la Familia como el que usted atiende?

E: “Bueno, si el trabajo se organiza se puede atender una mayor cantidad de población. Puede ser que en la mañana se ofrezcan consultas y que en la tarde se hagan recorridos en el terreno que abarca el área del Consultorio. En mi caso trabajo todos los días mañana y tarde, de Lunes a Viernes y los Sábados hasta el medio día. De acuerdo a las fichas de cada paciente se organizan las consultas y recorridos de conjunto con la enfermera. Hay pacientes a los que hay que visitar personalmente ya no se pueden trasladar, ya sea porque están postrados o porque son discapacitados, pero  de manera regular se programa la consulta o visita hasta el más recóndito de los lugares”

A la doctora Soledad Purón no le asustan las dificultades, incluso desdeña aquellas que son normales dentro de un país bloqueado que recibe a cuentagotas recursos, hasta para la atención sanitaria. Sin embargo confiesa algo elemental que le causa pesar ocasionalmente:

E: “Lo que más me contraría y me preocupa es la inasistencia a la consulta de algún paciente que yo cite, luego de que le hecho un seguimiento por alguna patología. También me sucede en ocasiones que; como me gusta ser rigurosa con mi trabajo me puedo tardar con un paciente examinándolo, interrogándolo; y entonces el resto de los pacientes se desespera y alguno se marcha, e incluso hasta interrumpen la consulta. En ocasiones las personas no se dan cuenta de que la calidad de un tratamiento y la entrega de una receta médica, dependen de un examen riguroso y detallado. Pero por lo demás, no me molesta nada de mis pacientes ni de donde trabajo”

Soledad cuenta que presta especial atención a las madres con niños pequeños y a las embarazadas: estas son causa frecuente de la tardanza en su consulta. Y es que no le basta con examinar a un pequeño; el complemento lo pone en la explicación que le ofrece a la madre del por qué se hace cualquier tipo de análisis o exploración médica, si existe evolución o involución, lo que debe hacer o no debe hacer un bebé en las diferentes etapas de su desarrollo.

Sustituir a un medico de la familia parece cosa fácil pero no se trata del clásico quítate tú para ponerme yo. En su caso explica que tuvo que asimilar el estudio sociodemográfico de la comunidad y las características de cada paciente, pero al final de la historia, se siente reconfortada:

E: “A mi encanta el trabajo en consultorios, aunque en los primeros momentos sea una tarea difícil hasta que se organiza el trabajo.  Y en este caso se trataba de un médico excelente y por eso su sustitución para que él cumpliera su compromiso internacionalista fue un doble compromiso. No deja de ser difícil el cambio porque la población hasta expresa: ¡Se llevaron a mi médico!, pero cuando comienzan a llegar hasta ti y a conocerte, a saber como tú trabajas, entonces todo cambia. Y en este sentido yo me he hecho la obligación de explicarles a los pacientes de que todos somos médicos y que hay una necesidad que cumplir en el exterior y que por eso me corresponde a mí atenderlo. Pero por sobre toda las cosas, le traslado el sentimiento de que va a seguir disfrutando de los servicios médicos”.

Quizás por este espíritu de altruismo oculto en alguien que no se parece nada a su nombre, el territorio de Contramaestre exhibe hoy resultados de excelencia en la atención primaria de salud, en cuanto al Programa de Atención Materno Infantil (PAMI) desde los 113 Consultorios del Médico de la Familia como los que atiende la doctora Soledad Purón Rodríguez.

En este pedacito del Oriente de Cuba,  la mortalidad materna y la tasa de mortalidad infantil están en cero fallecidos y similar comportamiento se exhibe en los grupos poblacionales de hasta 1, 5 años y en la edad preescolar.

Este reportero confiesa que nunca se sintió mejor acompañado por una profesional de la salud como por esta que responde al nombre de Soledad en Contramaestre. Y es que la humanidad le brota por los poros cuando expresa:

“¡Para mi lo más reconfortante es que llegue hasta ti un paciente con una dolencia, lo examines, le pongas un tratamiento y al cabo de un tiempo regrese y te diga: ¡Que bien me siento doctora!”


sábado, 7 de junio de 2014

Hay sangre de Artemisa brillando en la bandera

Por Angel del Toro Fonseca

Los valientes aqueos de la Iliada
tuvieron a Minerva como escudo y divisa
los jóvenes Aquiles del ataque al Moncada
tuvieron su Artemisa"

Jesús Orta Ruiz

La entrada a una historia de glorias
El 26 de julio acaba de confirmar que la epopeya de hace 61 años en Cuba, era realmente el inicio de un viaje hacia el infinito. Un sin regreso a la injusticia, una promesa a los pobres de esta tierra, de que tenían la posibilidad de la justicia más grande de este mundo.

El mes de Abril y Artemisa, me pusieron ante los ojos y el sentimiento, la oportunidad de viajar a la semilla de esa historia que brota todos los días con mucha fuerza en mi Santiago, como el abrazo del guajiro a los hijos que regresan a la tierra.

Una provincia que sin dudas es el experimento y resultado de una Cuba más próspera, atesora la extraordinaria historia de 20 hombres que viajaron hacia el futuro en julio de 1953, sin imaginar siquiera el destino que les esperaba, pero sí muy concientes de que iban a cambiar a Cuba.

Conducido por una tropa de adolescentes artemiseños; llegué en esa mañana de Abril; al Mausoleo de los Mártires de Artemisa, un templo que hace estremecer de pasión e historia, a los que vivimos en Santiago de Cuba y hemos estado al tanto de decenas de actos y conmemoraciones frente a los muros del Cuartel Moncada. Quise viajar a los principios de mi estirpe, quise conocer de dónde salieron y quienes eran aquellos 20 cubanos que se inmolaron en su tiempo.

Tres generaciones de cubanos visitan a sus martires

Dos generaciones de chicos me acompañaban y mi gran preocupación era, cómo asimilarían este encuentro tan necesario con la historia. Muy pronto, la gentileza de una guía atenuó el escepticismo al conversar de tú a tú con mis acompañantes, recordándoles que estos eran asiduos visitantes del Mausoleo en busca de elementos novedosos de la historia de Cuba y de su municipio.

Al escuchar las palabras mágicas: “Santiago de Cuba y “periodista”, los visitados se asombraron porque solo unos minutos atrás, otra delegación de periodistas del diario Juventud Rebelde habían visitado el centro histórico, y mire usted ¡Con ellos estaban dos santiagueros! Confieso que estuve tentado de titular este post: “Leyenda de un caballero santiaguero en la cuna de los mártires del Cuartel Moncada”, pero el respeto a la historia y al poeta Jesús Orta Ruiz “El Indio Naborí”, me hicieron cambiar de pensamiento.

Santiagueros en Artemisa

A partir de aquí, doy paso a sus encumbrados versos, como acompañamiento a las reflexiones que conservo de manera fotográfica, sobre este sagrado altar de la patria:

Los valientes aqueos de la Iliada
tuvieron a Minerva como escudo y divisa
los jóvenes Aquiles del ataque al Moncada
tuvieron su Artemisa.”

Los ojos claros y acerados de una artemiseña de pelo corto y lenguaje certero, nos reciben como invitándonos a recordar la historia del mayor asalto a la alborada cubana durante el Sigo XX. Se trata de Cristina González, quien quizás está un poco agotada haber conducido hace muy poco a un grupo de colegas a través del Mausoleo. Pero poco a poco se va abriendo paso el amor a la historia que atesora en los recintos de su tierra y Cristina nos invitó a conocer mucho más que lo que conocemos sobre los asaltantes al Cuartel Moncada.

Tras los pasos de Cristina dejamos atrás el cielo azul de Artemisa y nos adentramos en las entrañas de la historia de los mártires de Artemisa. Un pasadizo que se hunde en salones color rojo dorado con tonos de bronce, nos ofrece en las paredes de barro cristalizado, los dibujos sobre las diferentes etapas de la historia de la Revolución Cubana, su cultura e identidad.



Paredes interiores de un Mausoleo que destila historia

Cristina no detiene el diálogo ni por un instante. Desgrana leyendas y anécdotas, precisiones y verdades sobra la hazaña de un pueblo, que de manera totalmente secreta aportó a 20 de sus mejores hijos para que asaltaran el 26 de julio de 1953 a la segunda fortaleza más importante de la tiranía de Batista en la isla de Cuba.

Polvoriento de pena y de camino agrario,
¿Dónde están Artemisa – pregunta el Gigante-
tu joven campesino, tu joven proletario,
tu joven estudiante?

Toco Artemisa un rojo subterráneo clarín
y saltaron sus héroes:
¡Hermosos y calientes corazones!
Artemisa, la esposa de algún Quirón veguero,
Los inyectó con sangre de leones”

Cristina: una guía de excelencia en Artemisa

Arte e historia consolidan la identidad de Cuba

Tras los pasadizos llenos de historia, nos sorprende el luminoso salón central plagado de mármoles, tarjas, flores y granitos, que atesoran las imágenes en bronce de los Mártires de Artemisa. Los rayos del sol penetran desde el exterior y bañan las tarjas. Les dan vida y pureza, los sacan del anonimato hacia lo sublime. No puedo evitar buscar desesperadamente la efigie del joven Gregorio Careaga Medina, un jovencito artemiseño que regó con su sangre la tierra de Contramaestre, luego de salir con vida de la matanza posterior al asalto al Moncada en Santiago de Cuba.
Al fin descubro la tarja y me estremece la historia que ya conozco, porque en Contramaestre se ha destejido en sus detalles más íntimos.

Y de allí, de la entraña de Artemisa,
como el arco rojo de una Gran Cazadora,
salieron estas flechas de coraje y sonrisa
a clavarse en la noche para traer la aurora.”

Salón de los Mártires de Artemisa

El sol baña la gloria de los mártires

Gregorio Careaga Medina, mártir de Artemisa y de Contramaestre

Mis recuerdos vuelan hacia Isela Pantoja Tamayo, hermana del líder clandestino “Olo” Pantoja, quien dejó plasmada para la historia de su patria chica y de toda Cuba, la actitud heroica de los jóvenes contramaestrenses, quienes contribuyeron a rescatar el cadáver del mártir, a su preservación en medio de la jauría batistiana y que jamás dejaron de colocarles rosas blancas al joven artemiseño en su tumba.

En un segundo nivel del museo memorial de Artemisa, se muestra la historia de las batallas mambisas, de la juventud de la seudo república y finalmente, del incontenible avance del Ejército Rebelde desde la Sierra Maestra hasta los llanos occidentales de Cuba, en donde el Comandante en Jefe Fidel Castro se levanta en su grandeza, como parte de un hermoso vitral.
La generación histórica de Cuba en vitrales


Ya en los exteriores de este maravilloso viaje a través de la historia de la juventud artemiseña, salimos de entre las hermosas losas del cubo de vidrio color rojo ladrillo, incólume, pétreo, puro y macizo, tal y como la voluntad de los hijos de esta tierra heroica.

Pureza, solidez, perfección en el Mausoleo de Artemisa

Un cubo perfecto como los mártires de la patria


Nos despedimos sin deseos de hacerlo. Quizás imbuidos por la grandeza que atesora este museo bajo tierra, quizás por el heroísmo demostrado por 20 cubanos jóvenes, que un día decidieron dejar atrás a sus pequeños hijos, para que Cuba se alzara desde la ignominia.

Nos despedimos de Cristina, esa artemiseña que se me antoja mucho más patriota de corazón que museóloga, con la convicción de que no se equivocó el poeta cuando dijo:

Desde entonces la tierra de la piña gustada
también dio, para el pueblo, trágicas amapolas.
Artemisa en los muros del Cuartel Moncada.
Artemisa en el Granma jineteando en las olas.
Artemisa en la puerta del Cuartel Goicuría.
Artemisa en los órganos de senos colosales.
Artemisa en Palacio peleando a pleno día.
Artemisa en los montes villareños.
¡Artemisa de frente, dondequiera!
¡Gloria para el coraje de los artemiseños!
¡Hay sangre de Artemisa brillando en la bandera!