A Legnita y a Claudia el sol las venció |
Por Ángel del Toro Fonseca
Quizás constituya un
egocentrismo afirmar que los niños más felices del mundo están en mi tierra,
esa que responde al nombre de Contramaestre y está situada en el centro del Oriente
de Cuba a 890 kilómetros de La Habana. La única salvedad honrosa es la realidad
de que en la nación cubana, todos los infantes son plenamente felices.
Este fin de semana, los
hechos protagonizados por los niños de esta ciudad y sus poblados aledaños,
contrastaron con las duras realidades de otras naciones del planeta. Las
familias de los pequeños casi se hicieron cargo del llamado Carnaval Infantil;
preámbulo de las Fiestas del Verano en estas tierras orientales; y aportaron
todo lo útil e inteligente que estaba en casa, para otorgar a los pequeños
toques extraordinarios de colorido y belleza.
Los niños de Contramaestre
se adueñaron de las vestimentas de los tradicionales líderes de los cuentos de
infancia y casi dramatizaron escenas de historias de antaño, las que solo fueron
logradas gracias a la fantasía infantil.
En las localidades de Maffo,
Los Negros, Baire y el propio centro de la ciudad de Contramaestre, las
educadoras y educadores de los centros escolares, condujeron a sus educandos en
las manifestaciones artísticas y sin ningún sentido comercial, demostraron las
habilidades para conducir la inteligencia de los pequeños.
El Carnaval Infantil de
Contramaestre en el verano del año 2012, sirvió para demostrar que valor tiene
la niñez para el estado cubano, cuánto se invierte en la formación y cuidado de
los pequeños y que elevado grado de preocupación se demuestra en la aprehensión
por parte de estos, de la esencia cultural del cubano de hoy.
sin comentarios
ResponderEliminarGracias birdsoffire. Estoy sumamente complacido de que usted esté plenamente satisfecho con la verdad sobre Cuba. Por tanto, entiendo perfectamente que se haya quedado sin comentarios
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