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domingo, 13 de agosto de 2017

Fidel Castro, el lider que un día me estrechó la mano



Fidel Castro
Fidel Castro

Ángel del Toro Fonseca


El día que Fidel Castro me estrechó la mano fue el más importante de mi vida. Luego que me sucedió, aprendí que en la vida de un ser humano se atesoran otros tres hechos relevantes: el primero, el más feliz y el más doloroso. De manera inconcebible en mi caso, estas tres ocasiones adicionales coinciden con la figura del Comandante en Jefe.


Corría el mes de Julio de 1988. Santiago de Cuba se inquietaba hasta los adoquines de sus añejas calles por la inmensa cantidad de transformaciones, que acompañaban a la conmemoración del aniversario 35 del asalto al Cuartel Moncada. El acto nacional, planificado para la Plaza de la Revolución Antonio Maceo, era un hecho cierto por la dedicación de los santiagueros. Pero el gigante no se estuvo un solo minuto quieto dentro de la ciudad capital oriental, recorrió los municipios de la provincia e inauguró obras como tocadas por una mano divina.


Por aquellos días, personalmente acumulaba dos años y medio de estar vinculado al Servicio Social como Licenciado en Periodismo en la Emisora Radio Majaguabo de San Luis. La posibilidad de que Fidel inaugurara el Hospital General Alberto Fernández Montes de Oca de aquella ciudad, en ocasión de la efemérides del Moncada, era casi una realidad. Los responsables de coordinar este suceso, llegaron hasta nuestra emisora unos días antes del 26 de Julio e indicaron la preparación de dos periodistas del municipio para dar cobertura al posible acontecimiento.


Para dos periodistas bisoños como Ángel del Toro Fonseca y Rafael Barriel Sueque, la posibilidad de participar en una cobertura de prensa con el protagonismo del Comandante en Jefe, significaba como graduarse en la Escuela de Periodismo de la Universidad de Oriente y ser enviado de inmediato a dar cobertura al primer vuelo a Marte con asiento incluido en la nave. No niego que sin ninguna experiencia anterior y muy pocos vínculos con experimentados colegas del medio radial, nos preparamos para hacerle una entrevista al Comandante. Luego la experiencia vivida nos dejaría ejemplos sobre cómo enfrentar a la grandeza desde la humildad profesional.


El 26 de julio de 1988, San Luis de las Enramadas amaneció como de fiesta. Todo el pueblo se movilizó hacia los alrededores del Hospital que habíamos ayudado a construir muchos compatriotas con horas voluntarias de madrugada. Mi colega y yo arribamos en horas bien tempranas de la mañana, recibimos una breve acreditación y la primera pregunta del funcionario encargado de la atención a la prensa nos dejó paralizados: ¿Para qué dos periodistas con la única grabadora de reportero que existía en Radio Majaguabo? 


Grabadora SONY TCM- 5000
SONY TCM _ 5000
Ante el rostro serio de quien invitaba a sacarnos del lugar a uno de los dos bisoños, solo atiné a expresar: “Pues uno para controlar los niveles del audio y el otro para acercar el micrófono y asegurar la grabación”. La carcajada del interlocutor no se hizo esperar, pero para bien de nuestra primera experiencia extraordinaria, nos quedamos los dos en el interior del hospital.


Los pensamientos sobre cómo sucedería mi primer encuentro con el Comandante en Jefe ocuparon casi la totalidad del tiempo de espera; solo una ovación inmensa me hizo volver a la realidad. Eran ya las 7.30 de la noche; habían transcurrido ¡12 horas! desde que había ingresado a las áreas del hospital de San Luis y me parecía que el tiempo no había pasado. Pero no había dudas: Había llegado Fidel.


De inmediato, los encargados de la Seguridad Personal del Comandante, convocaron a los pocos periodistas, médicos y trabajadores seleccionados que se encontraban en el interior de la instalación médica hacia una de las salas con mayor número de equipos. Por uno de los pasillos aledaños pude escuchar las carreritas de personas que luego desembocaron como un torrente en el área para dar cobertura a la visita de Fidel. En solo segundos, quedé relegado a un rincón del salón y solo pude apreciar la gorra verde olivo del Comandante que se desplazaba rápidamente a lo largo de la habitación. En un abrir y cerrar de ojos, mis sueños del gran reportaje y de la entrevista personal a Fidel se fueron al piso. Es que no alcanzaba ni a verlo siquiera.


Una mano salvadora de alguien que nunca pude ver y que hasta hoy desconozco, me tomó de la muñeca derecha y abriendo paso enérgicamente me colocó al frente de la primera hilera de reporteros. El gigante cubierto de verde olivo brillante, coronado por un rostro de piel rosada, ofrecía su mano cálida a los presentes; con humildad extendí mi derecha y ceñí el micrófono de mi heroica SONY con la izquierda. Fidel me estrechó la mano, mas bien, mi diestra quedó guardada como en un cofre cálido, que se abrió y desplazó rápidamente hacia otras manos.


Los recuerdos son tan atropellados como las grabaciones de aquel día. El gigante probó la fortaleza de cada uno de los equipos de la primera sala de rehabilitación física con que contaba el municipio de San Luis, elogió la iluminación y jocosamente comentó sobre el calor reinante. Luego interrogó: ¿Bueno y los sanluiseros no tendrán un vasito de agua por ahí? Una trabajadora de inmediato se apresuró a alcanzar el líquido pero fue interceptada amablemente por quienes ya le traían un vaso al Comandante.


La conversación se tornaba interesante, Fidel preguntó hasta los límites de la imaginación; quienes le contestaban sudaban a chorros y este servidor seguía en el empeño de hacer la trascendental pregunta en nombre del pueblo sanluisero, cuando Fidel; con la rapidez que le caracterizaba; salió a grandes zancadas del local y se dirigió a la cerca perimetral del Hospital. Los abrazos, saludos y apretones de mano con el pueblo, llovieron en medio de los esfuerzos de la escolta para limitar aquel intercambio demasiado efusivo. Nunca pude ver cómo se cortó la cinta de la inauguración. Las anécdotas me duraron años a flor de labios, pero la mano derecha ya no se sorprende cuando la extiendo y contraigo, recordando el día que Fidel la estrechó y dejó en ella el ascenso al grado de revolucionario.


domingo, 4 de septiembre de 2016

En Contramaestre nació un pacto con la fortuna del Comandante Fidel Castro


Ángel del Toro Fonseca
Fotos Juan Carlos Roque Alonso
Campos de caña saludables para la próxima zafra azucarera
El 4 de mayo de 2006, la revista Forbes publicaba la lista de los gobernantes más adinerados del mundo. Una vez más, la publicación especuló con las probables riquezas del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, a quien le atribuyó la posesión de una fortuna personal de 900 millones de dólares. No fue un suceso inédito, resultó una cifra más abultada entre las cientos que calumnias que se han echado a rodar por el mundo contra la figura del único líder mundial, que un día de 1961 se proclamó parte indisoluble de una única revolución de América Latina “de los humildes, por los humildes y para los humildes”.

En aquella ocasión de mayo de 2006, Fidel Castro fue señalado como el séptimo dirigente más rico del planeta, dueño absoluto del 10 por ciento del PIB cubano. Sin poseer ninguna prueba objetiva de su aseveración, “Forbes” lanzó una bola de nieve que tuvo acogida hasta en las más serias cadenas noticiarias del mundo. Muy pronto, el Comandante en Jefe de la nación cubana se encargó de refutar las lamentables superficialidades de Forbes cuando definió en comparecencia de prensa pública de los Servicios Informativos de la Televisión Cubana:

(…) Los desafío, los emplazo al presidente Bush, a la CIA, a los 33 organismos de inteligencia de Estados Unidos, a los miles de bancos que hay en el mundo y a los criados de la revista Forbes que me atribuyen una fortuna de 900 millones de pesos a que prueben que tengo aunque sea un solo dólar en el exterior [...]. Si prueban que tengo un solo dólar, renuncio a mi cargo y a las funciones que estoy desempeñando, ya no le harían falta ni planes ni transiciones [para hacerme desaparecer]. Les ofrezco toda esta supuesta fortuna si encuentran una sola prueba. ¿Para qué quiero dinero, si voy a cumplir 80 años y no lo quise antes? [...] No nací totalmente pobre. Mi padre poseía miles de hectáreas de tierra. Al triunfo de la Revolución, esas tierras fueron entregadas a obreros y campesinos (…)
Sin embargo, el 17 de junio del 2012, el periódico Granma, Órgano oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, publicó un párrafo brillante con un breve mensaje de Fidel al pueblo de Cuba, que revelaba quizás, la primera evidencia de que el líder sí poseía extraordinarias riquezas: 

“Están las condiciones creadas para que el país comience a producir masivamente Moringa Oleífera y Morera, que son además fuentes inagotables de carne, huevo y leche, fibras de Seda que se hilan artesanalmente y son capaces de suministrar trabajo a la sombra y bien remunerado, con independencia de edad o sexo”.

Muy lejos estaban de pensar los implicados en la publicación de Forbes del año 2006, que 10 años después la verdadera fortuna del líder cubano; contenida en su inteligencia, perseverancia y espíritu de investigación; se descubriría y reportaría millones de pesos en los campos de la provincia de Santiago de Cuba.

Pacto 90: la fortuna del Comandante en Jefe, diseminada en la provincia de Santiago de Cuba

Miles de campesinos y trabajadores de las empresas estatales del Ministerio de la Agricultura en la provincia de Santiago de Cuba, se han enrolado en un pacto fraternal que implica, invertir inteligencia, tesón, manejo de alternativas para incrementar los volúmenes de productos agrícolas y aprovechamiento de variedades resistentes a la sequía, tanto en especies animales como en las plantaciones.
El pacto se inició antes del verano del 2016, como saludo al 90 cumpleaños del Comandante en Jefe y especialmente en Contramaestre rindió los frutos que se esperaban. Les dejo con las primeras muestras decuanto se puede producir si se sigue el camino de las riquezas morales de Fidel: Pacto 90, la fortuna del Comandante en Jefe da sus primeros frutos en Contramaestre.

Pareja de patos criollos

Con el amor todo se logra en la agricultura

Crianza multiplicada de patos de ceba


Crianza de los llamados patos pekineses en Cuba

Codornices, una crianza que proporciona carne de ave de excelencia



Cultivo de yuca de variedad de excelencia

Crianza de cerdos saludables

Multiplicación de ovejos en granja de Contramaestre


viernes, 9 de noviembre de 2012

Sandy: el día que Maria Santísima bajó a la tierra

En toda Cuba se estila que hasta quienes no prefesan creencias religiosas se refieren en situaciones extremas al dicho: "Ayúdame María Santísima". Y confieso que la frase se me escapó varias veces por espacio de las cuatro largas horas en que transitó el Huracán Sandy sobre las tierras de mi querido Contramaestre el pasado 24 de Octubre.
Mientras mi pequeña Legna disfrutaba de sus seis años en pleno sueño y Keyla; la compañera de los duros momentos, dormitaba entre la habitación y el comedor de la vivienda en donde una vela era la acompañante que casi se apagaba por los vientos que se colaban por los resquicios de puertas y ventanas; Sandy aullaba contra las tejas de zinc de mi techo que no cuenta con dos años aun. Fueron cuatro largas horas del acontecimiento más terrible que he experimentado en la vida y confieso que el temor que nunca sentí al lado de las explosiones y balas de cañon, lo tuve en carne propia.
Cada ráfaga de viento se multiplicaba por la anterior, los silbidos del aire que apostaba a levantar el techo eran ensordecedores. Cada segundo parecía una hora esperando a que terminara la odisea y no era así, cada hora se multiplicaba en vientos y lluvias. Casi llegué a pensar que era mejor que acabara de destruir lo que prefiriera y terminara. O que si existía un ser sobrenatural causante de tanta tragedia, debía hacerse visible. Sin embargo, nada ocurrió acorde a mis deseos. Ni terminaba, ni nos destrozaba.
Sandy fue la prueba de fuego a la pacienciade de la que me siento orgulloso y el fenómeno que me demostró cuan sabias han sido las Reflexiones del Comandante en Jefe, cuando desde hace tantos años se viene refiriendo al cambio climático y sus consecuencias. Todo parece indicar que la naturaleza quiere recuperar todo lo que le hemos arrancado y no tenemos otra alternativa que prepararnos para ello.
El amanecer me sorprendió por fin ya sin fuerzas y sin sueño, sin saber qué esperar, sin comunicación telefónica y a oscuras. Pero se recuperó el ejercicio de la profesión y a las 5:30 de la mañana ya estaba en plena calle oscura,  tomando fotos del desastre como un loco.
!Cuanto me impresionaron mis vecinos y los vecinos de todas las calles de Contramaestre, quienes como abejas comenzaron a salir de las viviendas dañadas, para restañar con lo que tuvieran a mano o los que no miraron ni siquiera sus daños y comenzaron a talar el arbol que había destruido todas las propuiedades de su mas cercano conviviente.
Desde la noche del 24 de Octubre, la María Sanntísima que le escuchaba en reiteración a mi madre cuando pequeño no se quita de la mente ... como lo sobrenatural que fue Sandy, para todos los del Oriente de Cuba.

martes, 12 de junio de 2012

Stevenson, murió la derecha fuerte de Cuba

Por Angel del Toro Fonseca.
Teofilo Stevenson, la derecha más fuerte de Cuba, murió en La Habana. 
Se nos fue de manera prematura a los cubanos acostumbrados al diálogo con el añejo Kid Chocolate, quien vivió decenas de años en su adultez más grande para contar historias, sueños incumplidos y las peripecias de uno de los más ágiles púgiles del mundo.
Se fue para Cuba la mejor derecha de todos los tiempos, pero al mismo tiempo la mejor izquierda que supo alejar ofertas millonarias de sus manos, recordando siempre su orígen humilde en Las Tunas.
Quizás millones nunca entendieron como el gran campeón rechazó comodidades y regresó siempre a Cuba. Miles de historias se tejieron en torno a su figura y actuación. Algunos alucinados pudieron pensar que cuando decía !NO! a los caza talentos, no estaba en sus cabales. Pero los cubanos de a pie si entendimos siempre su posición: se trató de que fue el ser humano agradecido con su pueblo que lo aclamará siempre, de sus amigos de niñez que abrazaron al Pirolo espigado y que sientieron sus primeros KO, de su madre querida y del Comandante en Jefe que le alentó en losmomento más difíciles.
El gran campeón de la fuerte derecha nos abandona, pero se queda en el corazón de quienes sufrimos cuando perdía una pelea o nos alegramos de ser cubanos cuando propinaba golpes definitivos. En la derecha de Pirolo siempre estuvo siempre el puño fuerte del cubano resistente, de los que no nos dejamos comprar por pacotilla, de los que nos enorgullecemos cuando vemos subir la bandera de la estrella libre y solitaria en cuanlquier parte del mundo y nos sentimos ganadores porque nos asiste la razón
Felicidades campeón. Acabas de ingresar al salon de la fama de toda Cuba.