Mostrando entradas con la etiqueta imperio. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta imperio. Mostrar todas las entradas

miércoles, 25 de julio de 2012

Oswaldo Payá entre el falso humanismo y Hollywood

Me tomo el permiso y doy el correspondiente crédito al excelente blog del amigo Percy Francisco Alvarado Godoy, para multiplicar la verdadera información sobre la muerte de Oswaldo Payá. Triste muerte porque era un ser humano y en Cuba conservamos el orgullo de sentir el deceso de cualquier semejante cual si fuera el familiar o el vecino de muchos años. Hasta a los enemigos no se les desea tal muerte.

Es indigna la ola de comentarios que intentan impregnar al mundo los “agentillos” del imperio y quienes evidentemente cobran sucias monedas por tratar de sentar la confusión y el odio contra Cuba revolucionaria.

Los últimos y por cierto; de seguro que no serán los definitivos; infundios que navegan en esta red sobre el suceso, narran en boca de supuestos conocedores o “prensa acreditada”, de un episodio propio de los largometrajes de Hollywood, en los que los autos de último modelo que nunca se deterioran, sacan de una senda a los contrarios para luego ajusticiar a sus tripulantes. Ni Cuba es un escenario de asesinatos ni se permiten en este país persecuciones gansteriles al estilo de la mafia del pasado siglo.

El deseo de que descanse en paz y las condolencias a los familiares de Oswaldo Paya a pesar de todo, no faltan en los corazones de muchos cubanos, mientras el odio injustificado no desborde los momentos de dolor y se intente buscar bajo toneladas de ternura, el resentimiento que no existe entre el verdadero pueblo de Cuba… Que no queda duda: amamos, pero en nombre de ese amor nos defenderemos hasta con las uñas.


A continuación, el post:

Automovil en donde viajaba Oswaldo Payá

Confesó el responsable de la muerte de Oswaldo Payá



Las redes sociales se estremecieron ante el empuje de las páginas mercenarias y sus aliadas. Con rapidez, como siempre, fabricaron e hicieron correr una versión que acusaba a la dirección cubana de la muerte de los disidentes Oswaldo Payá y Harold Cepero Escalante en un terrible accidente cerca de la ciudad de Bayamo en la provincia Granma, el pasado domingo.
La mentira esgrimida fue una horrenda e increíble historia dada a conocer por una hija de Payá de un camión fantasmagórico que empujó el auto hasta sacarlo fuera de la carrera y lo hizo volcarse. Pero algo me han enseñado las películas de violencia norteamericanas: si era un atentado ¿para qué dejar dos supervivientes y ambos extranjeros?
La dirección del país fue concreta en la nota dada en Granma. Tuvo la seriedad que le caracteriza,   se limitó ahora solo a relacionar nombres de fallecidos y  heridos, lugar y forma del accidente, sin adelantos ni especulaciones, y si señalando que se efectuaban las investigaciones de rigor.
Es una línea de la Revolución heredada de Fidel, de decir la verdad y dar a conocer informaciones confirmadas, verificadas. Recuerdo haber leído que, cuando denunció en el periódico Alerta los desmanes del entonces Presidente de la República, Carlos Prío Socarrás, en las obras de reconstrucción de su finca La Chata financiadas con fondos del gobierno y utilizando como fuerza de trabajo a presos comunes, había fotografiado lo que sucedía para después denunciarlo a la prensa.
Esa fue la directriz noticiosa de los medios rebeldes -la autenticidad- durante toda la campaña militar que derrotó la dictadura de Fulgencio Batista. Y así ha sido la dirección revolucionaria hasta hoy.
De nuevo nuestra distinción informativa, por enésima vez, estuvo a prueba con la aparición del brote epidémico en Manzanillo. Ustedes conocen la historia. La contra se deshizo en mentiras de los supuestos “periodistas independientes” rebotadas sin el menor escrúpulo por los falsi-medios de Miami conformando sus comentarios con muchos más muertos e infectados de los que hemos tenido que lamentar y supuestas propagaciones hasta en La Habana, a centenares de kilómetros de la   provincia Granma, del lugar de los hechos.
Supe temprano de las militancias políticas de los dos extranjeros –ingresados a Cuba como “turistas”- que aparecían como tripulantes del carro siniestrado: Ángel Carromero, español, vicesecretario general de la organización Nuevas Generaciones del Partido Popular en Madrid y colaborador de la Comunidad de Madrid, regenteada nada más y nada menos que por Esperanza Aguirre, estrecha asociada a la Embajada de USA y enemiga acérrima de Cuba; y Jens Aron Modig, líder de Liga de la Juventud Demócrata Cristiana (KDU) de Suecia, de la derecha anticomunista, filiación también de Anna Ardin quien trabajó aquí junto las llamadas Damas de Blanco y principal acusadora de Julian Assange ante la justicia sueca. El objetivo de la entrada de ambos a la Isla era establecer contactos con disidentes de la Revolución.
Ahora se comprueba el refrán: Más rápido se coge a un mentiroso que a un cojo. La verdad ha aparecido solita, solita. Lo dijo El Mundo, de España .  El chofer del auto era el español Carromero, y quien le acompañaba, en la parte delantera, ambos protegidos por sus respectivos cinturones de seguridad, era el sueco. Los cubanos iban detrás y resultaron los muertos.
Según este último despacho Carromero, tras ser dado de alta en Hospital Clínico Quirúrgico Docente Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo,  hizo declaraciones a la Policía Nacional Revolucionaria y quedó detenido después de confesar que no vió una señal de tráfico de reducción de velocidad y por este motivo perdió el control del vehículo y cayó por un terraplén.  El sueco no tuvo “que hacerse el sueco” para que le dejaran en libertad, hoy volaba desde Cuba a Suecia y veremos que declara cuando llegue allá.
Así las cosas por voz de otro se desarma una mentira disidente y el responsable de dos muertes será enjuiciado por su proceder irresponsable aunque esperen, todo puede suceder, nuevas invenciones de seguro aparecerán, ellos siempre tienen la convocatoria abierta…

Por Mario Zavaleta