René Díaz Gómez descendió sobre las montañas de Contramaestre, como un milagro proveniente del cielo para que la tierra reverdeciera. Hace 4 años, este campesino de pequeña estatura, apareció por estas tierras en el límite entre los municipios del Tercer Frente Oriental y Contramaestre y junto a su padre y su hermano, hizo florecer la riqueza.
Los conocimientos de René sobre aprovechamiento hidráulico, pronto hicieron brotar un pozo, un tanque elevado de miles de litros de capacidad y un sistema de acueducto que serpentea entre las lomas para hacer llegar el agua por gravedad a una confortable vivienda, los abrevaderos de las reses, ovejas, cabras, aves de corral y un cebadero porcino para 160 cerdos. René se ha convertido en ejemplo entre los usufructuarios que adquirieron tierras en el territorio de Contramaestre, al calor del Decreto Ley 259, que llegó para dignificar al hombre que se apega al surco.
A las lomas de Guaranal en donde se teje esta historia, se llega por un inquietante terraplén con precipicios a los costados, que por momentos invitan a descender del auto para seguir a pie. Pero René Díaz no teme ni a los precipicios; cotidianamente juega con sus límites, mientras recorre pastizales machete en mano, idolatra a las palmas reales que le dan sombra y se mezcla con ese mundo mágico que conforman las lomas y el cielo, como para que las montañas le arrebaten al azul turquí un tesoro inexistente.
Rene sí sabe que sus tesoros están en la tierra que trabaja a diario. Camina sin descanso loma arriba y loma abajo, esquivando a una docena de canes vigilantes que le siguen por donde quiera. De manera intermitente se mezclan a su paso, decenas de pavos, cerdos, ocas, gallinas con sus pollitos y hasta los gallos que conducen a su prole cuando un agudo silbido les anuncia los granos de alimento.
Las ocas de René le persiguen a campo traviesa |
Todo parece mágico en donde habita René. Las 28 hectáreas de tierra que atiende su familia han sido dedicadas fundamentalmente a pastos para el ganado vacuno. Sin embargo, la familia se lamenta de que no se le entregan más terrenos, por lo que no han podido fomentar una masa ganadera más amplia. A pesar de ello, los Díaz Gómez no desperdician tiempo en lamentos, diversifican la producción animal y hace solo días concurrieron a los mercados con 160 cerdos de hasta 80 kilogramos, 120 ocas y una treintena de reses.
Aves de corral inundan la finca de René |
Gracias al apoyo del Programa de Apoyo Local a la Modernización del sector Agropecuario (PALMA), la familia recibió decenas de tejas de zinc para techar las naves de los cerdos, rollos de alambre para cercar los límites de la finca, implementos y herramientas para labrar la tierra así como neumáticos y agregados para equipos de tracción.
René es un excelente conversador; le fascina el mundo de las noticias nacionales y extranjeras; comparte con la familia la tarea diaria, revela proyectos y sueños, pero no deja de estar atento a todo lo que sucede a su alrededor. En solo un segundo salta del taburete que le concede descanso e intermedia entre dos hermosos gallos hasta terminar acunando entre sus brazos al preferido de la familia.
Tremenda pelea de gallos finos |
Terminó la bronca de gallos y René mira muy serio a su preferido |
Mulata y su ternero quieren ser artistas |
El cielo acaricia las palmas reales de las lomas de Guaranal, a solo 13 kilómetros de Contramaestre. René Díaz Gómez sueña y sueña con los pies bien puestos en la tierra que rotura todos los días y calcula como hacer otros milagros con la magia de sus manos, el amor a su finca y la inteligencia colectiva.
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